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martes, septiembre 14, 2010
Descubra Huayllay
Sobre la planicie de la meseta del Bombóm yacen caprichosas figuras sobre un enorme bosque pétreo, Huayllay, espectacular coloso natural.
Para llegar a este lugar se deben recorrer cerca de 8 horas de viaje por los solitarios y fríos paisajes de la Carretera Central, desde Lima, cruzando el departamento de Junín. Luego de La Oroya se debe tomar el desvío que conduce a Cerro de Pasco, a partir de ahí hay que tener en cuenta que la entrada directa hacia Huayllay se encuentra diez kilómetros antes de la capital pasqueña.
Las personas que realizan esta ruta con movilidad particular encontrarán la señalización adecuada para ubicarse, de lo contrario, en el mencionado cruce existe un servicio de autos que llevan a la localidad de Huayllay.
Las personas que llegan muy temprano a este lugar tendrán la oportunidad de recuperar fuerzas al tomarse un revitalizador “caldo verde” (sopa de papa con queso y huevo que lleva una salsa verde hecha a base de muña, paico y ruda). Luego de este contundente plato recién se puede comenzar a organizar el itinerario. Es recomendable que los que llegan por primera vez a Huayllay dediquen el primer día exclusivamente para aclimatarse.
Enjambre pétreo parece exposición escultórica
En Huayllay se han establecido 11 rutas en las que se descubren insospechadas formaciones pétreas; sin embargo, no todo es piedra, hay una fauna y flora bastante singular que impresiona a cualquier foráneo, igualmente, se pueden contar algunos espejos de agua como la fantástica laguna Japurín, de la que nace más de una leyenda.
Todo el santuario se alza como un enjambre de rocas multiformes, como si un gigantesco escultor las hubiese realizado, imprimiéndoles mil formas caprichosas e imponentes. Se trata de enormes piedras que presentan formas curiosas y que se encuentran diseminadas como si formaran parte de una exposición escultórica de gigantes. La imaginación de los visitantes puede encontrar en sus recortadas formas sobre el cielo enormes elefantes, alpacas, esfinges, pórticos, hongos, rostros humanos y figuras de fieras, torres increíbles que son verdaderas maravillas del equilibrio, dinosaurios, enormes gorilas, tortugas colosales, guerreros formidables, etc. Todos atisban silenciosos e inmóviles en la soledad de este paraje.
Hay mucho por conocer
Este santuario tiene un área que supera las seis mil hectáreas y es imposible conocerlo todo. Pues incluso el guía más experimentado nunca va a estar en el lugar correcto y a la hora indicada, pues todos coinciden que la posición del sol y de las sombras forman nuevas figuras, las cuales sólo se pueden ver con un poco de imaginación. Es por eso que aún hay muchas figuras por descubrir.
Este rincón de piedras fue declarado Santuario Nacional en el año 1968, por tener una belleza natural que no se compara con otro punto del país. Hasta ahora, Huayllay es poco conocido por los turistas del Perú y de todo el mundo, ya que por sus parajes solitarios y agrestes se requiere tener una buena condición física para llegar. Su clima frío y seco no permite una estadía cómoda, pero esto precisamente es un reto para los amantes de la aventura.
Imprescindible atracción turística
Huayllay en quechua quiere decir "floresta", lo cual tal vez indica que los antiguos peruanos vieron también en estas deformaciones geológicas "un bosque", al igual que aquellos que lo han denominado Bosque de Piedras.
Este grandioso lugar es un patrimonio invalorable que posee el departamento de Pasco, un centro de atracción turística de primera magnitud, de una belleza incomparable que supera ampliamente, en majestuosidad y volumen, al famoso Jardín de los Dioses del Colorado, en los Estados Unidos.
Sobre el origen de esta maravilla natural existen diversas teorías. Se dice que es un cuello volcánico por la porosidad que presentan sus piedras. Se ha afirmado también que se trata de una inmensa formación de tufos volcánicos, es decir de capas consolidadas de ceniza volcánica acumulada allí después del último apogeo volcánico de los Andes Centrales, muy afectadas por el intemperismo o meteorización, términos con los que los geólogos señalan la acción de los agentes atmosféricos sobre las rocas, incluso sobre las más duras y resistentes, esculpiendo las más caprichosas figuras.
Fuente: Expreso
Imágenes: wikipedia.org / esacademic.com / worldisround.com
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