
En estos días Pasco está de aniversario político... pero la verdad es que no hay mucho que celebrar. Hace tiempo que Pasco perdió el cerro y ahora sólo queda un enorme tajo repleto de venenosos relaves mineros como una herida abierta en plena cordillera.
En estos 65 años de fundación política, la minería (pública y privada, legal e ilegal, formal e informal) exprimió las entrañas de Pasco y dejó como herencia miseria y contaminación. Pero como Dios es peruano Pasco cuenta con ingentes recursos turísticos aún por explotar.
En el lado serrano figuran el enigmático bosque de piedra de Huayllay, el valle de Yanahuanca y el misterioso Goyarisquizga (una toponimia de origen quechua pero castellanizada y equivalente a “donde cayó al estrella”). Goyllarisquizga siempre permanecerá en mi recuerdo como uno de los lugares más misteriosos y enigmáticos del altiplano peruano. Allí logré identificar los restos del enorme cráter que dejó el impacto de un meteorito (lo que originó su nombre), pero el sitio pasó a la historia, para variar, por una trágico derrumbe que dejó enterrados a decenas de trabajadores mineros.
Pero es en las selvas de Pasco donde se han identificado un sinnúmero de destinos turísticos. Oxapampa y Pozuzo brillan con brillo propio, aunque en Villa Rica y Puerto Bermúdez aún queda mucho por hacer.
Y sus pobladores así lo entienden, será por eso que fueron 200 los participantes en los talleres organizados la semana pasada por AMPE e INICAM-Konrad Ade-nauer, con la coordinación de Eduardo Carhuaricra, ex congresista pasqueño que viene impulsando contra viento y marea el desarrollo turístico de su departamento, pese a la casi absoluta indiferencia del gobierno regional.
Por Roberto Ochoa B.
Fuente: LaRepública Sáb,28/11/09
Imagen: Google/Internet
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