miércoles, junio 10, 2009

Cuando el cinismo socava las entrañas de un pueblo



Las empresas mineras que operan en Pasco deben hacer frente a la contaminación de los suelos como consecuencia de las actividades extractivas que se realizan en la zona desde hace más de 350 años.

De ahí que la contaminación por plomo que muestran los niños de Cerro de Pasco, La Oroya y otras ciudades de la región, no necesariamente es consecuencia de las mineras que trabajan en la zona, aunque son las obligadas a aplicar Programas de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) para superar el problema y ‘limpiar’ el aire de forma que se establezca un equilibrio que permita proteger la salud de los pobladores y crear un ambiente de vida sana.

La situación se agravó en años anteriores debido a las invasiones en zonas cerradas calificadas como pasivos mineros y en zonas de suelos con intenso afloramiento de óxidos naturales, no aptas para albergar asentamientos humanos; y se agudizó con la construcción de viviendas con tierras y rocas con óxido.

A lo anterior se suma la falta de higiene, en muchos casos por falta de instalaciones de agua y desagüe; la deficiente nutrición y la a veces inoportuna asistencia médica.


Lo anterior fue expuesto por Luis Pariona Arana, jefe de Relaciones Públicas de la empresa minera Volcan S.A., quien concluyó su exposición señalando que “más que un problema de contaminación, Cerro de Pasco enfrenta un problema de exposición (al plomo)”.

El funcionario participó este Lunes 8, en la tercera sesión del grupo de trabajo sobre ‘Contaminación de niños con plomo en la sangre’, que coordina la congresista Gloria Ramos, y en la que intervinieron representantes de diversas mineras que operan en la zona.

Definitivamente estamos ante un caso de cinismo de los señores de la 'Volcan', quienes pretenden hacer creer a la opinión publica y a la historia, que los culpables de 'exponerse' al plomo y la contaminación en general, son los mismos 'pobladores' de la ciudad, los que 'invadieron' sus predios, los pasivos mineros que datan desde hace 4 siglos; es decir que ‘no son de ellos’. El descaro va al extremo, al sostener que "no existen niños ni madres envenenadas y que hasta ahora no existe ni un solo caso de muerte por plomo".

Dicha empresa, representados por Pariona y en su afán de no responsabilizarse de nada, pretenden desacreditar al periodismo local y nacional, cuando informan de sus actividades mineras, con el consiguiente agravio al medio ambiente y en desmedro de la salud de la población.

Fuente: LaRepública / RadioPasco
Imágen: Google/Internet

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